Re: [AF] responsabilidad en la sustitución
Martín Ramirez de Diego
martin_ramirez en terra.es
Jue Jun 23 17:19:06 CEST 2005
TODA GENERALIZACIÓN ACARREA INJUSTICIA y en este caso mas.
Tu buen talante es digno de un profesional que trabaja en el bien del
paciente y conoce que en el mundo sanitario no están solos, y existen
farmacéuticos que trabajan también por el paciente, y algunos de estos
sobreviven en el mundo rural, donde igual recibimos 2 pedidos al día con
suerte, como la mía, pero el numero de habitantes e ingresos no nos
permiten el stock de los 72 laboratorios de genéricos y por eso
sustituimos, otros casos: Señora que lleva con receta de un trabajador
Dezacor, el genérico cuesta 6 Euros menos ya que aun no existe para él
grupo de referencia, ¿Tampoco estoy preparado para ahorrar al sistema? (Es
que me acaba de ocurrir ahora mismo y por eso lo digo)
Creo que como dicen mas compañeros, Semergen no ha acertado haciendo el
comunicado que ha echo, y es mas que normal que los animos se hayan
caldeado y con ello nos hemos llevado por delante tambien a los buenos
medicos que tambien existen y prescriben por principio activo y asi evitan
este problema.
Lo que no se, es donde estan nuestros politicos, que se sienten a hablar y
dialogar y hablando se entiende la gente.
Un saludo a todos.
Pd: Os copio una noticia que aparecio hace ya unos dias pero pone algo de
luz sobre los verdadderos intereses de la industrioa en ciertos momentos
--
Martín Ramírez de Diego
San Juan de La Arena (Asturias)
En Estados Unidos, uno de cada tres científicos manipula resultados sobre
fármacos
17/06/2005
La Crónica de Hoy - México
Un 33 por ciento de los científicos que realizan estudios involucrados con la aceptación de fármacos en Estados Unidos, reconoció haber modificado en alguna ocasión los resultados.
Los sujetos de mayor edad —una media de 44 años— y con amplia experiencia en la investigación, fueron los que más entonaron el mea culpa.
Los autores, que publican la investigación en Nature, explican que este
hecho tiene que ver con que los científicos jóvenes —unos 35 años— han
recibido otro tipo de educación o con que su inseguridad laboral les
impide sincerarse.
Con el apoyo económico de los Institutos Nacionales de Salud de EU (NIH,
por sus siglas en inglés), un grupo de especialistas, dirigidos por Brian C. Martinson, de una fundación sin ánimo de lucro denominada Health Partners, realizó lo que ellos consideran el primer análisis cuantitativo de esta clase de conductas.
ANTECEDENTES. En diciembre de 2000, la Oficina de Política Científica y
Tecnológica (OSTP) estableció como prácticas censurables “la producción,
falsificación y plagio a la hora de proponer, realizar o revisar la
investigación o para dar a conocer los resultados”.
Se trata de una definición que, como explican los autores de este nuevo
trabajo, se queda corta a la hora de caracterizar un fenómeno que es mucho más complejo: “Nuestra evidencia muestra que los comportamientos
deshonestos más mundanos y que se dan regularmente suponen una mayor
amenaza para el campo científico que aquellos causados por malas conductas de más alto nivel, como el fraude”.
MÁS DE 3 MIL ENCUESTAS. Las afirmaciones de Martinson y su equipo se basan en las más de tres mil encuestas anónimas —de las cerca de siete mil enviadas— que científicos estadunidenses contestaron adecuadamente.
Entre otras cuestiones, los entrevistados reconocieron si habían llevado a cabo algunas de las prácticas censuradas por la OSTP u otras acciones
también consideradas como deshonestas.
Sólo 1.5 por ciento admitió haber recurrido al plagio o a la
falsificación. Sin embargo, una media de 33 por ciento reconoció haberse
visto involucrado —por lo menos una vez y durante los tres años
anteriores— en otras conductas deshonestas menores.
“Un 15.5 por ciento varió la metodología o los resultados de un estudio
como respuesta a presiones de los patrocinadores; un 12.5 por ciento
supervisó el uso por parte de otras personas de datos incorrectos, y el
7.6 por ciento se saltó algunos requisitos menores”, publica la revista
científica.
EL ENTORNO DE LA INdaGACIÓN. Sin infravalorar las conductas recogidas por la OSTP, los expertos de Minnesota proponen tener en cuenta todos los comportamientos inadecuados que surgen como consecuencia del contexto en el que se desarrolla la investigación.
Estos, reconocen, “podrían provocar, potencial e inesperadamente, efectos dañinos en las dimensiones éticas del trabajo científico”.
“Es hora de que la comunidad científica considere qué aspectos del
ambiente son los más destacados para la entereza de la investigación, qué aspectos son los más susceptibles de cambiar y cuáles pueden ser los más fructíferos para asegurar la integridad en la ciencia”, concluye el estudio.
A finales de mayo de 2005 un trabajo publicado en The New England Journal of Medicine denunció que la industria farmacéutica ejerce presiones en diversas universidades de EU.
Y, en febrero de este mismo año, los NIH reformaron su estructura interna con el objetivo de combatir la polémica que había salpicado a algunos de sus integrantes.
Quizás, la financiación del ensayo que reseña Nature se encuentre entre
los nuevos proyectos para aportar transparencia
Más información sobre la lista de distribución AF