[AF] DISTINTIVO DIABETICOS EN LAS CAJAS DE MEDICAMENTOS

Eva Maria Armendariz evamariaarmendariz en redfarma.org
Mie Nov 22 13:08:52 CET 2006


Creo que todos estamos mas o menos de acuerdo en este tema.
Lo que está claro es que la influencia de la sacarosa en el perfil glucémico
de un paciente puede no tener ninguna importancia, dependiendo de la
cantidad de excipiente, del uso esporádico o crónico del medicamento en
cuestión y de las características individuales del propio paciente. Y
siempre me refiero a pacientes diabéticos de tipo II.
Lo que si sería importante es establecer unas pautas generales, de forma que
todos tuviésemos el mismo criterio, ante una misma situación inicial, para
luego evaluarla en particular. Un ejemplo puede ser:

Como regla general, no deben administrarse a pacientes diabéticos no
insulinodependientes en tratamiento, especialidades farmacéuticas que
contengan azúcares: fructosa, glucosa, lactosa y sacarosa, todos ellos,
excipientes de declaración obligatoria.

No obstante, en diabéticos estables y bien controlados, el uso esporádico de
medicamentos que suponga ingerir cantidades de azúcar inferiores a 10 gr
repartidos a lo largo del día, es poco probable que produzca alteraciones
significativas en la glucemia.

Según lo comentado anteriormente, cuando en la oficina de farmacia nos
encontremos con un paciente diabético que solicite una especialidad (ya sea
con o sin receta) que tenga azúcar entre sus excipientes y que vaya a ser
utilizada por un periodo corto de tiempo, lo que debemos hacer es comprobar
si el paciente está bien controlado. Si está controlado no habría problema
en dispensarle la especialidad, siempre que la cantidad de azúcar sea
inferior a 10 g, y su uso vaya a ser esporádico. No obstante, si es posible,
debemos vigilar al paciente.

Por el contrario, si se trata de un paciente poco estable, no bien
controlado o el caso de un paciente controlado que presenta alterados los
niveles de glucosa desde que toma una especialidad, no se le debería
dispensar ya que estaríamos contribuyendo al desajuste glucémico. En
cualquiera de estos casos se debería intervenir.

Por último, si se trata de una especialidad que va a ser utilizada durante
un periodo prolongado, como regla general, no deberían utilizarse
especialidades que incluyan azúcar entre sus excipientes. Insistiendo en
valorar la situación particular del paciente.

De todas formas, para dejar a unos y otros contentos, se puede poner un
distintivo en las cajas, pero definiendo previamente el límite de sacarosa,
p.ej: a partir de x gramos, repartidos en x tomas....no apto para
diabéticos.

Un saludo,
Eva Armendáriz





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