[AF] AEMPS CABERGOLINA Y RIESGO DE VALVULOPATÍA CARDIACA

Martín Cañás macanas en netverk.com.ar
Vie Abr 20 18:07:24 CEST 2007


estimadas y estimados
nueva nota sobre los agonistas dopaminérgicos
CABERGOLINA Y RIESGO DE VALVULOPATÍA CARDIACA

COMUNICACIÓN SOBRE RIESGOS DE MEDICAMENTOS PARA PROFESIONALES SANITARIOS
Ref: 2007/06 20 de Abril de 2007


La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) estima
oportuno informar a los profesionales sanitarios sobre nuevos datos de
seguridad de cabergolina respecto al riesgo de valvulopatía cardiaca.
Cabergolina es un derivado ergótico que actúa como agonista dopaminérgico,
autorizado para el tratamiento de los signos y síntomas asociados a la
enfermedad de Parkinson (Sogilen®) y para tratamiento de la
hiperprolactinemia e inhibición de la lactancia (Dostinex®).
La AEMPS emitió en Noviembre de 2004 una nota informativa sobre pergolida
(Ref 2004/12), otro derivado ergótico también utilizado para el tratamiento
de signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson, en relación con riesgos
similares a los encontrados para cabergolina.
Tanto para pergolida como para cabergolina, las valvulopatías observadas se
producen como consecuencia de una reacción fibrótica que produce una
restricción en el movimiento normal de las válvulas, generando regurgitación
que en algunos casos requiere el recambio valvular. Esta reacción fibrótica
se podría producir como respuesta a la afinidad que presentan estos fármacos
por los receptores serotoninérgicos 5-HT2b.
En dos estudios publicados recientemente se ha estimado la prevalencia(1) e
incidencia(2) de valvulopatía cardiaca asociada al tratamiento con pergolida
y cabergolina, así como de otros agonistas dopaminérgicos, comparándose con
la obtenida en un grupo control.
Zanetini et al(1), en un estudio observacional en pacientes con enfermedad
de Parkinson, concluyeron que la prevalencia de regurgitación valvular
clínicamente relevante, en comparación con un grupo control, aumentaba de
manera significativa en aquellos pacientes en tratamiento con pergolida o
cabergolina, pero no en aquellos en tratamiento con otros agonistas
dopaminérgicos no ergóticos. La prevalencia obtenida en este estudio para
pergolida y cabergolina fue de 23,4% y 28,6% respectivamente. Estos
resultados son coherentes con los obtenidos en estudios anteriores para
pergolida.
En el estudio de Schade et al(2), utilizando la información procedente de
una base de datos de atención primaria, se estimó un exceso de riesgo de
regurgitación valvular cardiaca de nuevo diagnóstico para pergolida y
cabergolina de 33 y 21 casos por cada 10.000 personas expuestas al año,
respectivamente. Para los agonistas dopaminérgicos no ergóticos incluidos en
el estudio no se observó incremento de riesgo en comparación con el grupo
control. Así mismo se observó que cabergolina no se asociaba con un aumento
del riesgo estadísticamente significativo si se administraba a dosis de 3 mg
al día o inferiores, o durante menos de 6 meses independientemente de la
dosis.
La información disponible es limitada sobre la reversibilidad de las
valvulopatías tras la interrupción del tratamiento con cabergolina, así como
sobre la asociación de este riesgo con el uso de cabergolina para el
tratamiento de la hiperprolactinemia e inhibición de la lactancia.
En consecuencia, mientras se aportan nuevos resultados, la AEMPS ha adoptado
las medidas descritas a continuación y considera necesario indicar a los
profesionales sanitarios que sigan estrictamente estas recomendaciones
respecto al uso de cabergolina en pacientes diagnosticados de enfermedad de
Parkinson:
Se restringe la indicación de cabergolina en el manejo de los signos y
síntomas de la enfermedad de Parkinson, a terapia de segunda línea en
pacientes que no toleren o no respondan al tratamiento con un derivado no
ergótico, tanto en monoterapia como en combinación con levodopa y un
inhibidor de la dopa-decarboxilasa.
Su uso está contraindicado en pacientes con evidencia anatómica de
valvulopatía cardiaca de cualquiera de las válvulas y/o con antecedentes de
trastornos fibróticos pulmonares, pericárdicos y retroperitoneales.
Se debe realizar un ecocardiograma al inicio del tratamiento para descartar
cualquier evidencia anatómica de valvulopatía cardiaca.
Respecto a los requisitos para el seguimiento del paciente, se debe realizar
un ecocardiograma entre el 3º y 6º mes tras el inicio del tratamiento, y
posteriormente cada 6-12 meses en función de una valoración clínica
individual. Se debe interrumpir dicho tratamiento si se detecta comienzo o
empeoramiento de una regurgitación, retracción o engrosamiento valvular.
En los pacientes que se encuentren actualmente en tratamiento con
cabergolina para la enfermedad de Parkinson se debe realizar un
ecocardiograma para evaluar la conveniencia de la continuación de dicho
tratamiento.
La AEMPS está procediendo a incorporar esta información en la Ficha Técnica
y Prospecto de Sogilen®. Una vez terminado dicho proceso, podrán consultar
la Ficha Técnica actualizadas en la página web de la AEMPS.
En relación con este asunto, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha
hecho público un comunicado oficial en su página web.
Finalmente se recuerda la importancia de notificar todas las sospechas de
reacciones adversas al Centro Autonómico de Farmacovigilancia
correspondiente.



Referencias:
1. Zanettini R, Antonini A, Gatto G et al. Valvular heart disease and the
use of dopamine agonists for Parkinson´s disease. N Engl J Med 2007: 356
(1): 39-46.
2. Schade R, Anderson F, Suissa S et al. Dopamine agonists and the risk of
cardiac-valve regurgitation. N Engl J Med 2007; 356 (1): 29-38.
3. http://www.sen.es/pdf/2007/comunicado_valvulopatia.pdf

EL SUBDIRECTOR GENERAL
DE MEDICAMENTOS DE USO HUMANO

Fdo: Emilio Vargas Castrillón





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