[AF] ahorro en medicamentos y farmacia publica o privada

[Emilio Pol-Yanguas]

No hay peor gasto que el innecesario

Bueno algunos andaban enzarzados en un tema apasionante, al ahorro en el
gasto farmacéutico. Este tema es importante, yo creo que más de lo que
parece, ya que si bien la salud no tiene precio, si tiene coste. Por tanto
es responsabilidad de los políticos y los profesionales gestionar los
recursos para el mantenimiento o recuperación de un bien invaluable (la
salud), al menor precio posible. Este es una tarea con la que hemos tenido
que lidiar desde siempre los farmacéuticos en el hospital. Y solo hay un
camino, que a mi juicio no es el tique moderador, que supondría una
discriminación, justo perjudicaría a las personas con menor capacidad
económica. No queremos eso. El ahorro de medicamentos pasa por la selección
racional, y el control de calidad en la farmacoterapia. Junto a ello un
sistema que permita la fraccionabilidad de los envases industriales, para no
dispensar más dosis de las necesarias. Para que exista una selección
racional hace falta información y participación. Información sobre el
enfermar, sobre la efectividad y seguridad de los tratamientos e información
sobre las expectativas y preferencias de los ciudadanos y profesionales.
Este último punto, la consideración de las preferencias, junto con las
disparidades de criterios a la hora de decidir que es más efectivo y seguro,
procedente de las diversas perspectivas y sensibilidades de los actores
implicados (proveedores y receptores de los servicios de salud), hace
necesario el establecimiento de cauces de participación en la toma de
decisiones relacionadas con el consumo de medicamentos. Decisiones que son
tanto más efectivas en la medida en que se logra una adaptación al entorno
sin caer en la atomización. Estoy abogando por comisiones de farmacia y
terapéutica áreas de salud, que incluyan atención primaria, atención
especializada y hospitalaria y atención sociosanitaria, y en el que
participen tanto medicos de familia como de diversas especialidades,
especialmente de pediatría, ginecología y salud mental, y otras que se
consideren, así como especialistas en salud pública, y naturalmente
enfermeros - especialmente de las áreas sociosanitarias -, farmacólogos y
farmacéuticos tanto de hospital y atención primaria como de farmacia
comunitaria.

Emilio Pol Yanguas