Re: [AF] Promoción de medicamentos (DTC) en Europa

Emilio Pol Yanguas epol en dip-alicante.es
Mie Mar 11 18:16:24 CET 2009


En el pasado congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria se organizó una mesa sobre el tema que plantea Mariano Madurga y que tiene que ver con lo que apunta Eduardo Saute, la Información Directa al Consumidor sobre Medicamentos de Prescripción.  

Se me invitó a participar en ella como representante de una asociación de enfermos, concretamente como miembro de la asociación de Enfermos Mentales, Familiares y Amigos, de Alicante, AFEMA. Se quería tener presente la perspectiva de las personas "beneficiadas" por la información DTC. Pensé detenidamente sobre el tema, supuso para mí un esfuerzo notable, ya que no podía desprenderme de mi condición de profesional, a la vez que familiar de enfermo. Trabajé y sometí mi trabajo, la exposición a presentar en el congreso, a los otros miembros de la junta directiva de AFEMA. La asociación estaba conforme con lo  que plasmé en la presentación. Era pues, la opinión de una asociación de enfermos. Hice mi presentación en Valencia. Debo decir que no gustó para nada a uno de los componentes de la mesa. No gustó al representante de la Industria Farmacéutica. Adjunto la  presentación, aunque creo que no puede verse en la lita, pero podéis encontrarla fraccionada en tres partes en la siguiente dirección:

http://www.polyanguas.net/indice.php/AreaTecnica/Descargas/Seccion/Id/0

El evento fue reflejado en una revista profesional, el número 192 de El Farmacéutico Hospitales, correspondiente a diciembre del 2008. En el primer artículo hace referencia a esta mesa redonda. Me quedé sorprendido al leer. En el artículo se obvia la posición de los pacientes o se tergiversa. En el artículo se dicen perlas como "...abordó que se entiende por información terapéutica, que es la originada por la industria farmacéutica, supervisada por la administración, y utilizada por el médico...". Más adelante, casi al final del artículo, se vuelve a insistir "...con respecto a la información terapéutica, los médicos y farmacéuticos pueden seguir siendo fuentes de información, pero son la industria farmacéutica y las autoridades sanitarias quienes deben realizar y garantizar esta". Bueno, parece que podremos seguir informando a nuestros pacientes-clientes, nos dejaran. Como podréis comprobar, esto es muy distinto de lo que yo planteé en la mesa.

Creo que es fundamental el crear sistemas de información sobre medicamentos (y sobre beneficios y riesgos de las medidas preventivas, curativas, paliativas o rehabilitadotas), independientes de quienes se lucren en función del uso que se haga de las mismas. Por tanto, independientes tanto de la industria farmacéutica, como de las compañías de seguros.

Por otra parte, la industria debe estar obligada a informar, no opinar, cuando se le pregunte sobre alguna cuestión relacionada con los productos que vende. Pero esto es muy diferente de lo que se entiende por "información directa al consumidor".

Las compañías de seguros, y las personas a sueldo pagados por estas empresas (y eso debe valer también para la "Seguridad Social") también pueden presentar un conflicto de intereses. Puede que no deseen gastar mucho en un medicamento caro, con beneficios terapéuticos marginales, o a muy largo plazo. Pero este conflicto de intereses es mucho menor que el que se da en la industria farmacéutica. Si el medicamento permite recuperar la salud de su asegurado, este retorna al mundo laboral y vuelve a ser productivo y vuelve a generar ingresos y no gastos, por tanto puede ser interesante financiarlos.

Por otra parte, no pueden considerarse agentes independientes a las asociaciones profesionales, o las asociaciones de enfermos, u otros organismos, incluyendo medios de comunicación, que para su financiación dependen de la industria farmacéutica. Es difícil esperar imparcialidad y veracidad si ello pone en riesgo te va tu supervivencia inmediata.

La administración pública difícilmente puede abordar un proyecto de información de medicamentos a los ciudadanos, incluso a los profesionales, en competición con los inmensos recursos de las multinacionales farmacéuticas. Por tanto, el esfuerzo político debe ir dirigido al empoderamiento" de los ciudadanos, y de los profesionales, a enseñar como  acceder, leer y valorar la información biomédica, especialmente la clínica. Puede parecer una utopía, pero iniciativas como la de CASPe y otras (www.redcaspe.org/homecasp.asp), ya tienen experiencia en este trabajo.



Emilio Pol Yanguas

------------------------------




Más información sobre la lista de distribución AF