[AF] ¿Vamos a quedarnos quietecitos?.... Como siempre

[Eduardo Satue]

La postura de Alejandro me ha parecido muy interesante desde el primer 
momento porque apunta una visión que amplia el debate sobre esta crisis 
que estamos sufriendo. Apunta a nuestras incoherencias (que las hay, por 
supuesto, como en todas partes) y nos pide ser responsables con ellas. A 
mi modo de ver, creo que hay varios puntos a tener en cuenta:

1. El modelo de farmacia español es un éxito en cuanto a accesibilidad y 
seguridad. Es verdad que esto es gracias a la pequeña farmacia rural o 
de barrio periférico y que generalmente los cof suelen ser bastante 
indolentes a sus necesidades (me alegra que en Valladolid no haya sido 
así, pero hasta hace dos años hacía 300 guardias al año, ahora por 
suerte "sólo" hago 120), pero debemos estar orgullosos con respecto a 
otros modelos y si el gobierno juega con la liberalización, sobre todo 
juega con esta accesibilidad en términos de impacto general, más que con 
nosotros. Otro asunto es el tema de los baremos de adjudicación, y me 
remito a la nota de sefac al respecto

2. Existen diferencias entre farmacias y es importante que la ética 
profesional impere entre nosotros. Desconozco si existe algún colegio 
que se preocupe mucho por los "corsarios" de la farmacia, 
"farmacéuticos" que se dedican a las mordidas a residencias, a vender 
sin receta, a repartos a domicilio... pero aparte del flaco favor a la 
sociedad es algo que causa un daño sobre todo interno entre nosotros. 
Existe un código deontológico que yo sepa apenas se mira en ninguna 
parte. Sería hora de empezar.

3. Si bien es verdad que algunos se ganan muy bien la vida y bastantes 
más que justitos, la mayoría ganamos como un profesional medio. Un 
médico puede estar ganando tranquilamente en torno a los 4.000 € o más 
al mes en función de guardias etc... Lo que necesita la farmacia es un 
marco estable de retribución donde no se le esté machacando, amenazando, 
boicoteando cada dos por tres. Si bien la factura farmacéutica ha 
aumentado desde hace 20 años también lo han hecho el numero de farmacias 
y el numero de empleados. Estoy de acuerdo que el barman de la esquina 
le importa un bledo mis problemas pero también es verdad que el punto de 
referencia de nuestro colectivo debería ser el de otros sanitarios, no 
el de otros comerciantes, Así, si a los farmacéuticos de hospital les 
bajan un 5% el sueldo, ¿por qué a nosotros nos lo bajan en torno al 10% 
o más? Obviamente, la medida es desproporcionada en el caso de la 
farmacia y sólo actuando profesionalmente no vamos a resolver esto.

4. Es verdad que la AF tarda en despegar pero eso es lógico teniendo en 
cuenta que es una tarea compleja para lo que no ha habido formación 
específica hasta hace pocos años y que se basa puramente en el 
voluntarismo. Una vez cumplido el reto del siglo XX: acceso y la 
seguridad, debemos pasar al reto del siglo XXI: los servicios 
cognitivos. Esto se conseguirá porque nos empeñemos y convenzamos de su 
necesidad. Aquí entra de lleno el ejercicio profesional responsable pero 
será tanto más complicado cuanto más se empobrezca la farmacia.

5. El gobierno actual está en barrena libre. Si es capaz de congelar el 
sueldo pensionistas, que es su cesta de votantes, difícilmente va a 
preocuparse de lo que les pase a las farmacias. Sería interesante 
preguntarles qué pasa con los cientos de millones que tan alegremente 
han derrochado en las vacunas de la gripe A, del papiloma, del tamiflu y 
de tantas otras cosas que han malgastado por puro politiqueo. ¿Dónde 
están los responsables ahora de ese malgasto? Tal vez la huelga no sea 
la solución porque efectivamente paga el pato el ciudadano a quien 
servimos pero debemos hacer acto de presencia. Una huelga simbólica 
sería interesante: una muestra de nuestro malestar pero sin restar la 
posibilidad de servir la ciudadano. Por ejemplo: tener la persiana medio 
echada un día a la vez en toda España, o trabajar con las luces 
apagadas, o servir disfrazados de monjes cartujos. Al ciudadano se le 
atiende igual pero sabe que pasa algo, que hay malestar, que el servicio 
de calidad al que está acostumbrado está en entredicho. Tal vez no sea 
tan importante el gesto como el hecho de hacerlo.