[AF] Carta abierta a Dª Carmen Peña

[Wenceslao Ferrando]

Estimada Presidenta:

Debajo del montón de basura que la Administración está vertiendo sobre
nuestra profesión, yo veo una gran oportunidad, una oportunidad de oro que
no quisiera desaprovechar.

Dada la situación a la que nos han llevado, me importa un pimiento que
liberalicen el sector, que saquen las EFPs y que bajen el margen.

La única salida que nos han dejado es el cierre patronal de toda la farmacia
española y el desabastecimiento total de la nación. Y esto no depende del
CGCOF sino de las empresariales.

Por lo único que estaría dispuesto a tragar con este sapo y no desabastecer
al país, es por las cinco reivindicaciones que detallo a continuación.
Reivindicaciones que no le costarían ni un solo euro a la Administración y
de las que los tres sectores saldríamos beneficiados, Administración,
pacientes y farmacéuticos:

1-      Reconocimiento expreso en la Ley de Uso racional del Medicamento,
del acto profesional farmacéutico, definiéndolo claramente y diferenciándolo
de la pura dispensación.

2-      Reconocimiento expreso en la misma ley de la capacidad de
intervención del farmacéutico en los tratamientos farmacológicos, en un
plano de igualdad con el médico. Consecuencia lógica del punto anterior.
Tenemos un título universitario que nos capacita para ello.

3-      Reconocimiento expreso en la misma ley  del derecho de acceso a la
historia clínica del paciente. Consecuencia lógica de los puntos anteriores.

4-      Reconocimiento expreso en la misma ley  de la libertad total de
sustituir las prescripciones, garantizando siempre el precio mínimo y la
bioequivalencia. Esto permitiría racionalizar nuestros stocks y suavizar el
palo económico.

5-      Reconocimiento expreso en la misma ley del derecho de los
farmacéuticos a ser remunerados por los actos profesionales. Por poner un
ejemplo, si de una intervención se evita la dispensación de un medicamento
que vale 100 euros, pagarle 30 al farmacéutico. La Administración ahorra 70.

La reiteración en “reconocimiento expreso en la ley” es intencionada. No me
sirven las promesas.

Con esto seguiría igual de empobrecido económicamente, pero con la cabeza
alta. La dignidad es ya lo único que me queda.


Atentamente:

Wenceslao Ferrando Pérez
Farmacéutico Comunitario en La Vila Joiosa.