[AF] SINTOMAS MENORES
Eduardo Satue
e.satue.000 en recol.es
Sab Jul 9 13:34:32 CEST 2011
Santiago saca un buen debate a la palestra. ¿El farmacéutico indica, prescribe...?
La regla de oro de la OMS es: el médico prescribe y el farmacéutico dispensa. Donde se mezclan los dos papeles (ya sea por el médico o por el
farmacéutico) suele haber problemas de conflicto de intereses. En la práctica la vida no es blanco y negro. La cuestión de fondo es evitar los
conflictos de intereses pero una vez salvaguardado esta cuestión (el médico no puede "vender" medicamentos y el farmacéutico no puede implantar
un régimen farmacoterapéutico por su cuenta y riesgo), las fronteras se difuminan. Véamos por qué:
Creo que la mayor está en el planteamiento de Santiago de que el farmacéutico no prescribe sino que se asegura de la eficacia y la seguridad del
tratamiento. Creo que eso forma parte de lo que es el proceso de la prescripción. Lo que no hace el farmacéutico es diagnosticar que es
competencia cuasiexclusiva del médico (ni siquiera esta lo es del todo) pero una vez que el diagnóstico está establecido, claro que el
farmacéutico puede participar en la prescripción, precisamente para garantizar la eficacia o seguridad. ¿Acaso no es participar en el proceso de
prescripción aconsejar al médico que ajuste la dosis de un fármaco o que lo sustituya por otro?¿No es prescribir dar un medicamento para un
síntoma menor por mucho que lo disfracemos de indicación?¿y no es prescribir participar en las guías y protocolos terapéuticos que orientan a
los sanitarios de qué deben dar y cuando?. Por otra parte, el médico en cierto modo también dispensa: dispensa cuando se asegura de que el
enfermo entiende de para qué, cuándo y cómo debe tomar su medicamento, dispensa cuando evita interacciones, dispensa cuando comprueba que el
paciente cumple el tratamiento... Prescripción y dispensación son dos caras de una misma moneda, separadas históricamente por una razón técnica,
la especialización (diagnóstico de un lado y elaboración/gestión del medicamento de otro) y sólo últimamente (el último par de siglos) por otra
ético-práctica (eliminar los conflictos de interés). Hasta hace unos pocos siglos no era extraño que el mismo profesional se ocupara de todo,
prescribir, elaborar las fórmulas magistrales y operar (curiosamente la cirugía, hoy cumbre de la medicina, era bastante menos valorada,
probablemente porque la falta de anestesia no invitaba a muchos experimentos).
Dicho esto, no quiere minimizar las diferencias entre las dos profesiones ya que cada una tiene su propia identidad y ciertamente quien tiene la
responsabilidad última en la prescripción es el médico y en la dispensación es el farmacéutico pero es bueno relativizar la infranqueabilidad de
las distintas competencias y el llamado "intrusismo profesional". Si estiramos el argumento, hasta los pacientes participan en el proceso de
prescripción y dispensación cuando indican sus preferencias y sus objeciones. No hay ninguna esencia trascendental en la prescripción o en la
dispensación. Son procesos complementarios, con fronteras tremendamente difusas y una zona "de nadie" donde afortunadamente los profesionales
podemos encontrarnos para saludarnos, discutir la mejor manera de proceder y en ocasiones hasta llevarnos bien.
Y ahora me voy a la playita, que ya tengo ganas de cerrar.
> El 08/07/2011 22:51, Santiago Ricarte escribió:
> Hola Raimundo.
>
> Sí existen síntomas menores. Los síntomas existen independientemente de que
> lo importante es observar el paciente y su dignidad. Esto está claro.
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