[AF] Wallgreens curiosidades

[Eduardo Satue]

Esta afirmación es muy jugosa porque apela a procesos que pertenecen a 
diferentes niveles.
Desde la sociología, se entiende la estructura como lo visible de una 
práctica social. En el caso de la farmacia española sería un modelo 
atomizado, centrado principalmente en el medicamento (al menos la 
mayoría) y distribuidas homogeneamente; en el caso americano serían 
macrofarmacias centradas en la parafarmacia y otros mercados (incluso 
alcohol y tabaco) y distribuidas heterogeneamente en función del mercado.
Sin embargo, la estructura es el resultado de la infraestructura y la 
supraestructura. Definiríamos la supraestructura como el conjunto de 
ideales o principios filosóficos por los que se rige la sociedad y la 
infraestructura como las bases en las que la realidad permite a esa 
sociedad desenvolverse.
Así, la supraestructura americana y española difieren en que en la 
primera rige la meritocracia, a cada cual según sus capacidades y en 
españa pretende regir el principio de igualdad de oportunidades, a cada 
cual según sus necesidades. Por lo tanto, el planteamiento de salud es 
diferente ya que en el concepto americano, la salud no es tanto un 
derecho como una adquisición mercantil. De ahí que lo normal sea que 
todo lo que tiene que ver con la salud, tanto el medicamento como la 
medicina, sea un producto más y que el obamacare sea algo tan complicado 
de sacar adelante, cuando a los europeos nos parece tan básico. Desde 
ahí, la perspectiva profesional se ve sometida normalmente al cribaje de 
la rentabilidad capitalista. Por ello, no es sorprendente encontrarse 
una empresa que vende medicamentos antiepoc y tabaco, antabus y alcohol 
en un sistema que les permite publicitar unos y otros a la vez en el 
mismo espacio.
Sin embargo, la madre del cordero nos la va a dar la infraestructura. En 
un mundo cada vez más globalizado, donde el sistema financiero maneja la 
economía real, los modelos de defensa de igualdad de oportunidades cada 
vez van a ser más cuestionados por el gran capital. El modelo de 
igualdad de oportunidades ha sido posible en un entorno donde la 
solidaridad la ha sustentado una economía que podía ser regulada (ojo, 
no digo dirigida, que eso es el marxismo) por un gobierno. Desde la 
crisis de la regulación nacional en la que estamos inmersos se está 
viendo que los gobiernos ya no regulan la economía sino que los 
"mercados" son los que imponen su lógica cortoplacista y los que poco a 
poco van minando el otrora llamado Estado de Derecho. Lo más grave es 
que no se ven alternativas. Solamente una unión fuerte de Europa podría, 
por ejemplo, tratar de invertir esta tendencia.
Por ello, en nuestro país, que hay cajeros y cajeras, es muy importante 
la comparación con América porque puede llegar un día en que lo que 
rechazamos muchos sea la norma y nos encontremos con que sólo haya 
cajeros y cajeras, proletarios de multinacionales disfrazados de 
profesionales y consumidores disfrazados de pacientes, y lo peor de 
todo, una incapacidad para creer que hay otras formas de hacerlo.
De momento, tenemos opciones de hacerlo mejor. No las desaprovechemos.


> El 19/09/2014 10:35, Manuel Machuca escribió:
> Bueno, tampoco es muy distinto de aquí. Aquí también hay muchos cajeros y
> cajeras, algunos y algunas con carrera.