[AF] modelos de farmacia

[Manuela Plasencia]

Pienso como Jose Ramón y también he estado resistiendome a entrar en este
tema tabú.

La insistencia de Eduardo confirma que es una provocación real y que va a
salirse con la suya.

Para mí el conflicto del modelo radica en esa doble vertiente que
pretendemos compatibilizar; la comercial y la asistencial. Nosotros podemos
entender y asimilar esa dualidad; pero la inmensa mayoría de la gente, no.
Especialmente si trasciende el importe astronómico de los traspasos de
farmacias, la imposibilidad de acceso a una apertura de farmacia de los
jóvenes y las irregularidades.

Quizás ha llegado el momento de plantearse la coexistencia de dos tipos de
farmacias; unas más asistenciales, acreditadas y concertadas por las
instituciones, con farmacéuticos remunerados por los actos profesionales que
desarrolla y justifica puntualmente; y otras más comerciales.
Lo que no podemos hacer es seguir como hasta ahora, dedicando tiempo,
personal y dinero sin contrapartidas.
Para la administración es más barato concertar servicios con un farmacéutico
autónomo que contratarlos; es igual de eficaz, y los comunitarios están
dispuestos y formados para hacerlo.

El sistema de guardias está obsoleto, porque ya no hay médicos viviendo en
los pueblos como antes. Si se presenta una urgencia hay que ir a un pueblo a
buscar al médico y luego a otro pueblo a buscar al farmacéutico; y en
algunas zonas rurales esto puede significar hasta 20 km y problemas de
desplazamiento. Defiendo que la farmacia de guardia debe estar donde están
los médicos de guardia; esto es, en los pueblos donde hay centros de salud.
Lo de las guardias rurales localizadas genera conflictos y malentendidos por
la desigualdad con las guardias urbanas de 24 horas; que no es, en modo
alguno, aplicable al medio rural.

Por último, no creo que sea bueno que nosotros mismos nos comparemos con los
notarios; ya lo hacen otros ajenos, y no con buenas intenciones.

Eduardo, te acuso de tirarme de la lengua y de haberme llevado al borde del
huerto.
Un abrazo
Manuela Plasencia