[AF] Artículo aparecido en Diario Médico
teresa eyaralar
c04239 en cofas.es
Lun Abr 30 17:15:23 CEST 2007
Queridos compañeros:
Os adjunto un artículo de Luis Palomo (médico) en el que se vincula la importancia de la receta digital al desarrollo de la Atencion farmaceutica. Aunque es un poco largo me parece interesante su lectura en este puente.
No todo es negro.
Un cordial saludo, Teresa
Tribuna. El futuro de la receta digital
La receta electrónica introducirá nuevas posibilidades de gestión para los profesionales médicos y farmacéuticos. El autor aboga por la compatibilidad entre comunidades y la autonomía del paciente sobre sus datos. Además, propone premiar económicamente la atención farmacéutica.
Luis Palomo. Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
23/04/2007
La utilización regular de la receta electrónica será en los próximos años una realidad en la mayoría de los servicios sanitarios autonómicos. A través de este medio informático de comunicación terapéutica entre prescriptores, pacientes, dispensadores y financiadores de medicamentos se espera conseguir beneficios importantes para el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS). En concreto, se habla del ahorro en tiempo y cargas burocráticas del que se beneficiarán los médicos, y de las facilidades que obtendrán los pacientes para recibir su medicación, en productos y en número de envases suficientes para un periodo de tiempo prolongado (receta multiprescripción), ahorrándoles las continuadas visitas al médico.
Además, supondrá un ahorro en papel y se ganará en inmediatez y exactitud de los mecanismos de facturación, que favorecerán a las oficinas de farmacia. Por otro lado, la receta digital abre la posibilidad de incorporar la atención farmacéutica al proceso de dispensación en los términos expresados en la Ley sobre Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios. Es decir, incrementando la seguridad de los pacientes en la utilización de fármacos, mediante la vigilancia de la correcta dosificación y de la detección de interacciones potencialmente peligrosas, y de duplicidades y situaciones de abandono involuntario del tratamiento, por ejemplo cuando se produce algún cambio.
Para obtener los medicamentos prescritos digitalmente, como si de una tarjeta de crédito se tratara, la receta registrada en soporte informático debería ser habilitable mediante la tarjeta sanitaria en cualquier oficina de farmacia y utilizada en las fechas de renovación de medicamentos, con intervalos de tiempo cómodos para el paciente. El usuario deberá haber obtenido previamente en la consulta un documento de instrucciones sobre la correcta toma de sus fármacos y las condiciones de dispensación.
Aspectos clave
Este proceso de incorporación de la receta digital, que ya se está poniendo en práctica en algunas comunidades autónomas, debería tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. De manera discrecional, el SNS optará por un mecanismo de receta digital común, favoreciendo la financiación y el apoyo tecnológico al proceso de implantación.
2. La gestión, soporte tecnológico y salvaguarda de toda la información y bases de datos necesarias para que circule la receta digital con cargo al SNS deben ser responsabilidad del organismo o empresa pública competente. Algunos sectores de la población y grupos profesionales sienten desconfianza si se cede a entidades privadas la organización de este proceso, por el uso fraudulento que se pueda realizar con una información tan cuantiosa y tan sensible (intereses económicos, jurídicos, de aseguradoras privadas...).
3. En cualquier momento el usuario debe poder tener la posibilidad de que sus datos personales no figuren en las bases de información, pudiendo obtener la receta en papel para varios medicamentos y para un amplio periodo de tiempo, entendiéndose que desde ese momento el paciente renuncia a los posibles beneficios derivados del mecanismo de receta digital (como ocurre, por ejemplo, cuando un paciente se da un alta voluntaria en un hospital).
4. Para todos los usuarios la información disponible en la red digital será la relativa a su identificación personal, su número de tarjeta individual sanitaria, la identificación de medicamentos y la que acredita su derecho a asistencia farmacéutica y sus condiciones (régimen de seguridad social).
5. Solamente los farmacéuticos que reclamen realizar atención farmacéutica tendrán acceso, con clave, a datos del historial farmacológico del paciente, con el fin de analizar posologías y conocer su perfil de seguridad y las posibles interacciones. Los profesionales serán compensados económicamente por esta actividad, con una cuantía fija o por usuarios atendidos (individuales o por tramos), o bien por un sistema mixto.
Con estas medidas se garantizaría la extensión del sistema de receta digital, la salvaguarda de la confidencialidad de los datos individuales y se incorporará la capacidad profesional de los farmacéuticos que deseen implicarse en el seguimiento farmacoterapéutico. Con respeto a la confidencialidad, sólo los farmacéuticos que vayan a hacer una indagación en la dosificación y seguridad de la ficha terapéutica accederán al historial farmacológico del paciente. Así, se distingue la dispensación de la atención.
Incentivos razonables
Con este método se introduce un acicate para el desarrollo profesional de los farmacéuticos, pero también un mecanismo de competencia, al recibir una remuneración por su labor y por asumir el riesgo inherente a toda toma de decisiones asistenciales. Parece apropiado que exista un incentivo para actuaciones que van más allá de lo que les exige el sistema actual de dispensación, para mantener activas las capacidades profesionales en beneficio del paciente y del SNS y para favorecer la atención farmacéutica a la población que vive en los lugares más alejados, más despoblados y socialmente más desfavorecidos (medio rural, barriadas urbanas, etc.).
En Inglaterra, cuando un farmacéutico encuentra una duplicidad o una interacción, sospecha una reacción adversa a medicamentos o cree que un fármaco se podría pautar de una forma mas eficiente/efectiva, realiza una intervención-comunicación con el médico. Si éste acepta la recomendación, la remite al pagador, el cual, a su vez, paga al farmacéutico por cada intervención. Es decir, toda intervención del farmacéutico es considerada una mejora en la eficiencia global del sistema y por tanto se remunera.
Todas las oficinas de farmacia deben tener acceso a la receta electrónica para que no ocurra que los pacientes, en contra de su voluntad, sean dirigidos a la única farmacia que, por problemas técnicos, se ha conectado con un centro de salud, limitación que se ha detectado en algunas autonomías.
La receta electrónica debe ser compatible en todas las autonomías, como lo deberían ser las tarjetas sanitarias y las historias clínicas, para que el paciente pueda acceder a su tratamiento habitual fuera de su comunidad. Si el derecho a la salud se financia con dinero público, los ciudadanos no deben perder el derecho a recibir asistencia y a conseguir sus medicamentos en cualquier centro sanitario y en cualquier farmacia de España.
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Salu2; José Ramón García Soláns
Farmacéutico comunitario.
Zaragoza.
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