[AF] FARMACIAS CONCERTADAS ; de leodelis

[Eduardo Satué]

 En fin, me da la impresión de que siempre estoy repitiendo lo mismo, pero a
riesgo de ser pesado, volveré a hacerlo una vez más.

El actual modelo de farmacia tiene dos vertientes en equilibrio, la privada
y la pública, que en ciertos aspectos se pueden equiparar a la comercial y
profesional. Es un sistema privado pero altamente regulado por la
Administración. Tocar el sistema supone hacerlo en dos opciones
contrapuestas: o desregularizarlo (es decir, dejarlo todavía más a la
iniciativa privada) o regularizarlo aún más (es decir, permitir la
intervención del Estado aún más).

Desde mi punto de vista, desregularizar, liberalizar, como lo queramos
llamar acabará ineludiblemente en cadenas de farmacias que ya sabemos a qué
conducen (véase el caso reciente de Dinamarca): proletarización del
farmacéutico, campañas de marketing agresivas: Clarityne 2x1, oferta de
Viagra el día de San Valentin (estos son casos reales en Inglaterra)... Es
decir, la liberalización poco va a aportar al ciudadano en el URM. En todo
caso, permitiría que cualquiera abriera farmacia, sea abogado, fontanero o
holding de inversiones, que es lo más probable.

Por otra parte, está la posibilidad de regularizarlo aún más, que es la
dirección contraria a la liberalización. Esta intervención del Estado podría
ser positiva de cara a la profesionalización y al URM con las siguientes
medidas, inspiradas en el modelo notarial: 

- la farmacia es titularidad del Estado
- acceso a farmacia por oposición pura
- integración de la farmacia en los equipos de AP

La diferencia con un funcionario puro y duro es que la gestión económica
seguiría a cargo del farmacéutico (beneficios, gastos, contratación de
personal...), pero la ventaja con respecto a ahora es que el acceso a una
farmacia se garantizaría a los "mejores" y no a los que más dinero tienen o
a los que heredamos, a la vez que se profundizaría en la carrera profesional
al posibilitarse los concursos de traslado por méritos y legitimar ante la
sociedad el puesto por la oposición y alejar a los tiburones del capital del
sector.

Por supuesto esto necesitaría de un periodo de transición para no dañar las
inversiones patrimoniales de quienes hayan comprado recientemente una
farmacia, pero no sería complicado hacerlo en un periodo de 10 o 12 años.

Es decir, si queremos profesionalizar la farmacia, hagámoslo bien pero
seguir hablando que liberalizar va a suponer una mejora del URM es hacer el
juego al gran capital, que sólo busca lucro. 


Eduardo Satue