Re: [AF] Conferencia D. José Martínez Olmos (Secretario General de Sanidad) "La Farmacia que quiere el Ministerio"

[Eduardo Satue]

 Gracias por el apunte, Jesús. No es mi intención desviar el tema de la AF pero a veces no queda más remedio que acudir a ciertas referencias, políticas, económicas o sociales para entender donde estamos en AF. 
 
 Hay que distinguir entre el liberalismo clásico, nacido en el s.XVII con los levellers ingleses y corregido y aumentado en el XVIII con la Ilustración y las revoluciones americana y francesa (Locke, Smith, Mandeville, Hume, Humboldt...) que trataba de llegar a un equilibrio entre los derechos del individuo y los colectivos y en el que en definitiva el sujeto político era un pequeño propietario, del liberalimso moderno. Este último se va concretando a finales del s XIX con varias familias de liberales, de un lado el liberalismo social y de otro el liberalismo conservador. El liberalismo social (Hobson, Green, Rawls...) cree en la conciliación y equilibrio de los derechos individuales y la propiedad privada con la defensa de los derechos sociales mientras que el liberalismo conservador (Spencer, Milton, Nozick, Hayek...) considera la propiedad privada como el más importante derecho individual por lo que subordina toda la acción política a la defensa del libre mercado y la propiedad privada. Obviamente esta descripción es un gradiante y nos podemos encontrar desde el liberal ultraconservador que cree que el Estado prácticamente está para castigar al ladrón, defender la patria y poco más hasta el liberal social que pide una intervención del estado para regular todos aquellos aspectos que el mercado por sí sólo no puede resolver. Esta postura política está rayando ya en la socialdemocracia donde los derechos colectivos tendrían primacía sobre los derechos individuales (como por ejemplo la propiedad privada o la objeción de conciencia) también en un "continuum" desde la socialdemocracia liberal hasta el socialismo alternativo. A ambos lados del espectro tendríamos, por una parte el conservadurismo (sin liberal, a secas, por ejemplo, una dictadura militar o una teocracia) y al otro el comunismo de estado donde los derechos individuales son anecdóticos. No parece difícil darse cuenta de que los extremos se tocan...